Cómo muchos estáis esperando el relato del parto... ¡allá va!
Pues nada, como sabéis el viernes 11 parecía que aun no había noticias de que el bebé quisiera salir, pero hacia las nueve y media de la noche empecé a tener contracciones, mientras Jorge aun no había dado por terminada su jornada telefónica y seguía recibiendo llamadas por su cumple. Las contracciones empezaron como con Jimena, leves, pero constantes cada 10 minutos, así que después de unas horitas así decidimos ir al hospital, por si acaso. Arantxa se quedó con Jimena y el plan era que, en caso de que me ingresaran, Jimena se fuera a pasar el finde a casa de Bea y Fredi, que en compañía de Irene todas las “penas” son menos :)
Llegamos al Rotunda donde, efectivamente, me ingresaron, por mi historia previa del parto de Jimena (ingresé a las 4 y media de la mañana y aun no había dilatado más que 1cm y a las 9 y media Jimena ya había nacido), pero fue subir a la habitación, compartida con otras 5 mujeres y donde además hacía un frío de mil demonios y se me pararon las contracciones de repente. Aun así tuve que esperar la visita del médico por la mañana para que me diera el alta, pero sabía que me iba para casa, había sido una “falsa alarma”.
Llegamos a casa el sábado 12 ante la decepción de Jimena, que se negó hasta a hablar conmigo porque llegué sin el bebé… y nada, tocaba esperar, ¿no? ¿Que otra cosa se puede hacer?
Bea, Fredi, Irene y Alicia vinieron a pasar con nosotros el día para distraernos un poco y Jimena decidió irse con ellos a pasar la noche para nuestra sorpresa. Creo que yo me quede totalmente hecha polvo, aunque muy contenta de que hubiera sido tan fácil. Y una vez solos, volvieron las contracciones, pero con todo el estrés acumulado yo sólo pensaba en dormir :)
Hacia las 8 o así del domingo 13 (uno de los únicos días, si no el único que no estaba cogido en la porra...) le dije a Jorge, voy a darme una ducha y nos preparamos para ir al hospital, que creo que esta vez sí avanzamos. Así que tranquilamente nos preparamos y allá fuimos.
Llegamos y lo mismo, me ingresaron en planta. La matrona de urgencias me dijo que iba todo muy bien, que el cuello admitía 3 cm aunque aun no estaba técnicamente dilatado, sino solo “blando y elástico”. Sin embargo, al llegar arriba, yo que iba más contenta que unas pascuas, se me quitó la felicidad de un bofetón. La matrona de la planta prenatal me dijo, tú no estás de parto, así que en cuanto venga el médico te dará el alta.
Aun así me estuve paseando de arriba abajo, subiendo escaleras y demás porque sabía que la cabeza aun estaba alta, y tenía que bajar, así que como estaba descansada pensé ayudar un poquito poniendo la gravedad a favor.
El médico llegó, gracias a dios antes que el día anterior, que fue tardísimo, y le dijo a la matrona que me examinara y si no había cambios me mandase a casa. La matrona, super agradable ella, como ya he dicho antes, me examinó y me dijo que NO estaba de parto y que cuando tuviera “proper pains” (dolores “decentes”) o cuando estuviera como esas otras mujeres que había en la sala, volviera. Yo le contesté que eso no iba a ocurrir, pero tenía tantas ganas de perderla de vista que salí de allí en cuanto pude. Eran las 12 de la mañana.
Aun nos quedamos dando un paseo por el Ilac antes de volver a Urgencias a preguntar a otra matrona que era lo que debía hacer, porque yo sabía que el mecanismo ya estaba en marcha a pesar de que ellas no vieran nada en el tacto. La matrona me dijo lo que me imaginaba, que o volvía al mismo sitio de donde venía o que me fuera a casa, que era mi decisión, y la sola idea de volver a ver a Claire me daba pavor, así que nos montamos en el coche y de vuelta a casa. Salimos del hospital a las 12 y media y llegamos a casa a la 1 de la tarde.
Una vez en casa me puse cómoda en el sofá y en apenas 15 minutos noté un pop y rompí aguas. Acto seguido, una necesidad terrible de empujar. ¡Jorge, he roto aguas y voy a tener el bebé en el sofá! Nonononoooo dijo Jorge, que estaba en el ordenador ajeno a la que se le venía encima, ¿Qué hago? Llama al hospital o a emergencias y que venga una ambulancia, le contesté, así que nada, eso hizo, en medio de un ataque de nervios (sólo siento lo mal que se lo hago pasar a Jorge por no saber quejarme mejor…), mientras yo como podía aguantaba las ganas de empujar o no, según fuera la contracción en ese momento.
Pasamos momentos de angustia, sobre todo Jorge, porque en esa situación, tener que hablar en inglés, deletrear el nombre del edificio etc… no es fácil, pero bueno, yo me puse al teléfono y le expliqué al hombre que sí, que tenía que empujar y que a veces no podía parar, le pregunté si podían atenderme sus compañeros en casa y me dijo que sí, que no había problema, lo cual me tranquilizó un poco, y bueno, 10-15 minutos más tarde llegaron, o más bien Jorge salió a buscarlos, porque llegaron y se dieron la vuelta pensando que aquí no era. Me sacaron en silla de ruedas hasta el garaje, me trasladaron a la camilla y hale, ¡a Rotunda por tercera vez! (El médico de la ambulancia encantador, desde luego, y salvo la pedorra de la General Prenatal Ward del Rotunda, todo el personal con el que hemos topado en esta aventura ha sido increíblemente amable con nosotros)
La entrada triunfal la hicimos a las dos y pico de la tarde, en urgencias, donde me vio justamente la misma matrona que me ingresó por la mañana, y podéis imaginar su cara, ¿Quién te ha mandado a casa? Me dijo…
En la delivery room número 5 me esperaban John y Patricia, que me atenderían en el parto. Empuja cuando quieras, nosotros estamos listos para coger a tu bebé, me dijeron, y creo que menos de 10 minutos más tarde (el informe dice 6, acabo de leer), Aldara Siobhán llegaba a este mundo de esta manera tan accidentada, y eso que la pobre avisó no una, sino dos veces de que quería salir… El total del parto según el informe, desde que llegué al hospital hasta que salió la placenta y las membranas fueron 31 minutos :)
Jorge cortó muy orgulloso el cordón umbilical de la pequeña princesa, que pesó 3210g y en menos de media hora yo la tenía enganchada al pecho como una campeona. Doy gracias que ya me ha subido la leche, porque ahora ya se sacia, antes era un no parar!!! Y del resto, pues nada, menos de 24h más tarde ya estábamos las dos en casita donde teníamos muchísimas ganas del llegar.
Como es pregunta obligada el tema nocturno, informo que las primeras noches hemos dormido relativamente bien, la primera como unas 4h del tirón y la segunda, desde las 10 que me acosté con ella creo que hasta las 7 sólo se ha despertado una vez, eso sí, estuvo comiendo como una hora a las 10 y otra hora a las 2 o las 3… aparte de echar un buen “chapapote” en el pañal que costó un horror limpiar… y desde entonces, nada, seguimos adaptándonos la una a la otra, como debe ser, con los problemillas habituales de las primeras semanas, pero muy content@s.
Y con esto y un bizcocho doy por terminada mi aportación de churumbeles a este mundo, me temo que si tuviera un tercero lo tendría en casa, es la opción más fiable… y a Jorge le daría un patatus, así que lo dicho, nos plantamos con nuestras dos princesas :) o eso creemos…
Y bueno, esta es la película… con final feliz, como a mí me gustan.
5 comentarios:
¡Que historia! Carlota la próxima vez parto en casa...Pobre Jorge qué cara tendría cuando le dijiste que dabas a luz en el sofá. Increíble. Me alegro haya salido todo bien. Besos Cris
XD... se me ocurren un par de títulos para tu película. Pero creo que el de "Cuando haces "pop" ya no hay stop" se va a llevar la plama... jejeje.
Enhorabuena familia!! :)
PD: digo yo que Jimena por fin se contentaría en tu tercera visita al Rotunda... ;) Ya te habla, no? :P
Enhorabuena !! La verdad es que mola leer una historia de un parto tan fácil... lo que me han contado a mi mi madre y mis abuelas son historias de terror :-(
¡Hola! Me gustaría preguntarte si recomendarías el Rotunda como hospital de maternidad. Estoy muy indecisa respecto a cuál elegir, o incluso si sería mejor tener el bebé en España. ¿Algún consejo? Muchas gracias.
@Su: Recomendaría por supuesto el Rotunda para tener tu bebé, sin duda alguna. No obstante tengo también buenas referencias de primera mano del NMH en Holles St, en caso de que te decantes por él.
Mi primer parto fue en España, en un hospital privado y la diferencia en cuanto al parto respetado es habismal.
Puedes contactar conmigo en carlotayjorge76@gmail.com si te apetece hacerme alguna pregunta.
Gracias por el comentario!
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