La quedada

Esta mañana hemos asistido a la segunda quedada de los spaniards como "familia" (a casi todas ha ido Jorge de "rodríguez"). La primera fue en enero, pero no fue mucha gente, y al final no nos quedamos demasiado rato (Jimena y yo, porque Jorge siempre se queda hasta el final, ¡que tío!).

Nos hemos venido para dar de merendar el puré a Jimena, que se ha tomado allí el bibe que suele tomar por la tarde, porque nos parecía un poco lioso llevar el puré y esas cosas, pero en el Market bar se ha portado muy bien. Ha estado jugando con sus zapatillas sentada encima de la mesa hasta que ha llegado la comida, luego era imposible porque quería cogerlo todo, desde las albóndigas a los cubiertos. La he ofrecido un poco de patata, ya que parecía tener tanto interés, pero no le ha gustado demasiado. Luego hemos calentado su bibe, se lo ha tomado y ha seguido jugando.

Cuando se ha puesto más pesadita Fredi se ha ofrecido muy amablemente a dormirla (gracias, Fredi), y así ha estado una horita o algo más, hasta que cuando se ha despertado, y viendo que era ya hora de regresar a casa, la hemos sacado de su sillita para despedirse de los spaniards, la hemos puesto el abriguito, y ala, pa casa. Irene también se ha portado estupendamente, vaya dos señoritas que están hechas...

Esta mañana, por cierto, ha madrugado, y aquí dejo una muestra de cómo estaba de fresca ella, como una lechuga, y como estaba de sobao su papá. Por cierto, si os fijáis bien... ¡se la ven los dientes!