Si, las botitas del tío Fer dan mucho juego... Cuesta mucho ponerlas, pero también quitarlas. Jimena tiene que trabajar con sus dedillos para desatarse el cordón y poder quitárselas, así que con una se conforma y la muestra como si fuera un trofeo. Lo del calcetín ya no tiene misterio, así que ya que saca la bota, se quita también el calceto.
Hoy estoy muy cansada, que ha cantado a las 5 de la mañana y ha costado callarla más de la cuenta, así que no escribo más.
Vamos a darle el puré a Jimena, que a mediodía se me había olvidado sacarlo del congelador, que cabezaaaaa
Por cierto, desde aquí... ¡Feliz cumple, tía María!
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