Un año en Dublin

Normalmente es Carlota la que escribe en nuestro blog. Esta vez, a pesar de mis pocas ganas por escribir, no porque no quiera sino porque mis habilidades como escritor son escasas y seguro que tardo más de media hora en terminar esta entrada, haré un esfuerzo. La fecha así lo requiere. El próximo lunes 5 de marzo hace exactamente 1 año que llegue a Dublín.

Recuerdo perfectamente aquel domingo de marzo. Era un día muy gris, casi plomizo y no paraba de llover. En cuanto llegué a O´Connell Street pensé que ya estaba llegando al centro de la ciudad. Me equivocaba, en realidad ya estaba en el centro de la ciudad, en todo el meollo. Sinceramente, me esperaba algo distinto. Me decepcionó. Supongo que fue porque siempre tengo una idea premeditada de las cosas, y esperaba que Dublín fuera como Londres, pero en pequeño. Nada de eso. A lo mejor era porque estaba triste, muy triste, con el corazón encogido.

Por aquel entonces me hospedaba en casa de la más que particular Molly, en Drumcondra, cerca del Croke Park. La casa estaba cerca del lugar en el que trabajo (DIT), así que los comienzos fueron algo mas llevaderos. Sin embargo, siempre me acordaba de Carlota y Jimena ("la fabe" por aquel entonces). Muchas veces me preguntaba si había hecho bien en aceptar la oferta de trabajo. Ellas se habian quedado en Salamanca y más de una vez se me paso por la cabeza volver y dejarlo todo. Menos mal que tuve fortaleza en aquellos momentos. Los ánimos desde Spain eran continuos y eso me ayudo muchísimo.

Bueno, el caso es que aguanté. El tiempo comprendido entre Marzo hasta Julio, que fue cuando Jimena nació, paso más rápido de lo previsto. Desde Semana Santa hasta el último Bank Holiday de Junio no paraba de viajar, con lo que me gusta volar ;-), y en Junio el Mundial me dio vida, a pesar del nuevo fracaso de nuestra selección. Quizás Jimena vea algún día ganar a Spain un mundial. Por lo menos ese año la de baloncesto fue campeona del mundo, que no es poco. Durante ese tiempo Carlota también vino a visitarme 2 veces. También recuerdo perfectamente la segunda de las visitas, sobre todo el día que se fue, un 20 de mayo. Llovía muchísimo. Menos mal que Jon y su banda me amenizaron la tarde con sus canciones.

De Septiembre a Octubre, que fue cuando llegaron C&J, también se me paso rápido. La visita de mi hermana y Eva y de Nacho ayudó en ello, al igual que los días que pasé en Spain.

El caso es que os preguntaréis que si sólo me dedicaba a esperar, esperar y esperar. Bueno, a veces sí, pero en general en el trabajo estaba bien. Al fin y al cabo había decidido venir aquí por ello. No me puedo quejar. Todo fue más fácil de lo esperado. Muchas veces pienso que en esta sociedad "borracha" de competencia y éxito profesional soy un privilegiado. Hago lo que quiero y lo que me gusta: la investigación y la enseñanza. ¡Y encima me pagan por ello!

Bueno, a ver si acabo, ¡que se me va el santo al cielo!

El caso es que desde que llegaron las chicas todo ha sido muy distinto. Estaba más contento, más feliz. Cambiamos de apartamento y empezamos a conocer la ciudad y a más gente, incluidos los spaniards. Empecé a ver todo con más claridad y me sentí orgulloso de haber tomado la decisión de venir. Sé que si no lo hubiera hecho me habría arrepentido y como suelo decir "más vale arrepentirse de algo que no ha salido bien que no de algo que ni siquiera has intentado".
Incluso ya me gusta la ciudad (abajo os muestro uno de las vistas que más me gustan, la de los puentes que cruzan el Liffey) y sé que Carlota esta contenta. Jimena no me ha dicho nada pero se está riendo todo el día, así que no debe estar muy mal.

Para mí ha sido una vía de escape y aunque a algunos os pueda parecer raro no echo de menos Spain. Lo que realmente echo de menos es el poder estar cerca de mi gente, de mis padres, de mi hermana, de mis amigos, tomarme una caña con una jeta, charlar de fútbol, estar rodeado de la gente a la que quiero. Bueno sí, hay algo que sí echo de menos. Esos días de invierno, fríos pero soleados, llenos de vida, aunque creo que este año frío lo que se dice frío no mucho, ¿no?
No obstante tengo la suerte de estar con C&J, mi nueva familia, que es la que da sentido a todo. Es lo mejor que me ha podido pasar.

Así que desde el anterior marzo a este muchas cosas han pasado. Para mí inolvidables, como el del nacimiento de mi hija. El único "pero", lo del Barça, campeón de Europa (como un grano en el c...). No puedo evitarlo, los comentarios futbolísticos son mi especialidad.

No quería terminar sin dar las gracias a todos los que me han apoyado en esta aventura por tierras irlandesas. A mis padres y a mi hermana, por entender que era una oportunidad que no podía dejar escapar. Siento haber elegido una profesión "nómada" pero es lo que me hace feliz. A la familia de Carlota, en especial a Peter, porque con sus llamadas casi semanales me daba ánimos para no mirar atrás. A los amigos que han estado ahí, cuando más los he necesitado. Y por supuesto a Carlota y Jimena, solo pensar en ellas hacia que los días tristes y oscuros de Dublín se convirtieran en días luminosos, llenos de ilusión.

Ostras, creo que me he extendido demasiado. Bueno, como por lo menos hasta dentro de otro año no escribiré, con esto tenéis suficiente. ¡Ja, ja!. No, en serio, intentaré escribir más a menudo.

Muchas gracias por leernos y por favor, ¡poned más comentarios! ¡que a Carlota la hacen mucha ilusión!

Un abrazo a todos

"Welcome to wherever you are, this is your life, you made it this far..."