lunes, 21 de noviembre de 2016
Si, si, que no contamos nada...
sábado, 8 de octubre de 2016
Feliz primer cumple Fabiola!

En fin, estamos encantados, ¡que vamos a decir! ¡Felicidades bombonchi! Un año más para el recuerdo, y ahora, ¡a por el segundo!
miércoles, 3 de agosto de 2016
No estás solo...estoy contigo
lunes, 1 de agosto de 2016
10
Jimena ha hecho 10 años. Increible. Toda una señorita. Como digo siempre, el tiempo pasa muy deprisa, mas de lo que nos pensamos, y hay que llenarse de buenos recuerdos los cajoncitos de la memoria. De estos 10 años desde que me convertí en madre por primera vez tengo muchos recuerdos, pero sobre todo recuerdo ese sentimiento cuando ví a Jimena por primera vez, esa cabecita diminuta que se giró y esos pequeños ojos que me miraron fijamente. Eso lo recuerdo y recordaré siempre como si fuera ayer.
Y ese fue sólo el primero de los muchos momentos que he guardado desde entonces. Y los que nos quedan!
Felicidades Jimena!
lunes, 20 de junio de 2016
Parir en Irlanda
Cuando me quedé embarazada de Aldara, en Dublín, ya conocía algunas mamás que habían pasado por el embarazo y el parto allí, así que tenía una idea de como podían ser las cosas. Además, al ser mi segundo embarazo, ya tenía una idea clara de lo que no quería :-)
Para empezar, la primera visita, a lo que vendría a ser el médico de familia, se hace para que el GP rellene los papeles necesarios para el seguimiento gratuito del embarazo. Después, una llamadita al hospital para concertar la primera cita, creo que sobre las 14-16 semanas.
Os estareis preguntando por el triple screening. En Irlanda no se hace rutinariamente, pero se puede hacer de manera privada si se desea. Yo me lo hice en España puesto que coincidió que estabamos allí de vacaciones. Previamente, para asegurarnos que todo iba bien, nosotros nos hicimos una ecografía en un centro privado a las 9 semanas.
Después, las visitas se alternan entre el GP y el hospital, donde se puede elegir entre un seguimiento por un equipo de matronas (gratuito) o, lo que elegimos nosotros porque lo cubría nuestro seguro médico, un seguimiento semi privado. El seguimiento semi-privado incluía además una habitación con menos mamás tras el parto. Creo recordar que eran 4 camas.
Los ginecólogos expertos (consultant) sólo te atienden en caso de que haya alguna anomalía, pero si todo va bien, son ginecólogos menos experimentados los que hacen las visitas. Si deseas un seguimiento con consultants, habrás de elegir el seguimiento privado y pagarlo.
De manera gratuita, si surge algún problema durante el embarazo te verán consultants las veces que sea necesario, aunque estés en el sistema público. A mi me vio un especialista para descartar problemas con el tiroides debido a los antecedentes familiares.
Ecografías: hay una, a las 20 semanas. No es obligatoria, puedes decidir continuar el embarazo sin hacerte prueba alguna y no mandarán a la policía a tu casa (esto es por esa mujer a la que han inducido el parto a la fuerza, con una orden judicial y la policía de por medio).
A medida que avanzan los meses, las visitas se hacen más frecuentes, siendo semanales las ultimas 4 semanas, alternando hospital y GP.
Prueba del estreptococo: no se hace tampoco de manera rutinaria, pero yo se la pedí a mi GP y me la hizo sin problema. O coste alguno :-)
Análisis: creo recordar que me hicieron uno en la primera visita al hospital y otro hacia el final. Además, me ofrecieron la curva de la glucosa debido a mi historia familiar, y me la hice. Menudo desayuno me dieron al terminar, aun lo estoy saboreando!!!
Las clases de preparación al parto fueron bastante completas, muy enfocadas al parto y a la recuperación en el postparto. De hecho, una fisioterapeuta paso antes de darme el alta para comprobar que hacia los ejercicios de kegel correctamente! Ofrecieron, además de opciones variadas para mitigar el dolor (alternativas a la epidural), posturas y respiraciones para las que eligieran un parto natural. Hablaron de hipnosis, de las pelotas para relajarse, del parto en el agua... porque todo eso estaba accesible en el hospital para las parturientas. Sobre los cuidados o la alimentación del bebé no hablaron demasiado, pero, al ser un hospital amigo de los niños, promocionaban la lactancia materna y tenían especialistas en el tema accesibles para todas las mamás. También tuvimos un tour en el hospital para ver las habitaciones, los paritorios (que son habitaciones normales) y los quirófanos en caso de necesitar una cesárea. El Rotunda hospital, el que nosotros elegimos, es una maternidad, una de las tres maternidades públicas que hay en Dublín.
Llegado el día, puede que no todo salga acorde al plan previsto, pero en el hospital tendrán en cuenta el plan de parto que los papás han elaborado y explicarán cada paso a tomar antes de proceder a ningún cambio.
Por ultimo, para mí, una ventaja o punto positivo donde los haya es la posibilidad de que, si todo va bien, puedas irte a casa con tu bebé en 6 horas, yo lo estaba deseando! En mi caso, al ser domingo por la tarde, no pude irme hasta el lunes por la mañana, que pasaron los pediatras, la matrona-psicóloga o algo así, para el tema de la depresión postparto, y la fisio para los ejercicios de suelo pélvico.
Muy contenta con todo, con mi GP, con el seguimiento, y con las matronas que nos atendieron. Por supuesto, perfecto no hay nada pero me dejó buen sabor de boca a pesar de los contratiempos.
La historia completa del parto la podéis revivir aquí.
martes, 24 de mayo de 2016
Parir en España
He pensado escribir una serie de posts en los que pueda contar mis experiencias y los recuerdos que me han quedado de los partos de mis tres hijas en los tres países en los que han nacido, las diferencias y lo que me ha gustado o me ha dejado buen sabor de boca de cada uno de ellos, por si a alguien le puede ayudar o interesar.
Para empezar, Jimena nació en España, en Salamanca, en un hospital privado. Las primeras semanas de embarazo las pasamos en Madrid, donde viviamos en aquellos momentos, y hacia el final del primer trimestre nos mudamos a Salamanca.
Al llegar a Salamanca nos encontramos con que había que buscar o elegir ginecólogo ya que nuestro seguimiento se hacía de manera privada.
He de decir que tanto Jorge como yo estábamos totalmente perdidos y no teníamos ni idea de pruebas ni como se hacía el seguimiento de un embarazo, y hacía más de 20 años que no nacía un bebé en nuestras familias, así que había cero información actualizada o fiable.
Total, que siguiendo las indicaciones de mi ginególoga de Madrid, fui a hacerme los análisis del triple screening y pedí cita a la ginecóloga elegida. Lamentablemente la cita era para varias semanas después así que buscamos un ginecólogo menos ocupado para que nos mirase los análisis. Además de menos ocupado, este tipo resultó tener escasa educación y menos aún, tacto. Allá fuimos Jorge y yo con nuestros papeles, inocentes ambos y este imbécil nos espetó una sarta de tonterías que me hicieron salir de la consulta a lágrima viva. Textualmente recuerdo que nos dijo que estábamos haciendo todo mal, que pudiendo conducir un mercedes o un audi estabamos conduciendo nuestro embarazo como si fuera un seiscientos y que nos atuviesemos a las consecuencias. Y todo porque no nos habiamos echo la eco del triple screening, que obviamente mi gine de Madrid me habría echo en su consulta y que la elegida de Salamanca también hacía en la suya. Nos dijo que ningún buen ginecólogo hacía ese tipo de ecos, porque ese era trabajo de especialistas. Evidentemente él, mediocre, no estaba capacitado para hacerlas, pero eso yo no lo sabía y salí de alli pensando que mi bebé iba a tener algún problema.
La suerte, sin embargo, estaba de nuestra parte, y esa misma tarde tuvimos la ecografía en cuestión, ya que mis padres contaban con un conocido especialista entre sus amigos. Todo estaba en orden, pero este fue el primer tropezón y uno de los recuerdos que me han quedado.
Otra de las cosas que me agradaban más bien poco era los análisis de sangre, uno al mes! Cada vez que iba a la consulta de la gine iba con unos análisis de sangre, aunque apenas recuerdo mas de dos análisis de orina en todo el seguimiento. También, cada vez que iba a la consulta, podía ver a mi bebé en una ecografía, lo cual, aunque pueda ser agradable, no es en absoluto necesario y se desconocen los efectos que puedan causar en el bebé.
Tampoco me hizo gracia tomar hierro por prescripción médica, sin tener un ápice de anemia, con lo que estriñe!!!
En el tercer trimestre comencé las clases de preparación al parto. Sorprendentemente, una clase completa, de hora y media, se centró en la epidural, en cómo colocarse para el pinchazo, en como colocarse para pujar una vez puesta y en cómo, en previsión a una cesarea, no debíamos comer nada una vez nos dieramos cuenta de que estábamos de parto... Nadie habló de otras opciones de anestesia y muchísimo menos de dar a luz sin ella. Nos hablaron, por supuesto, de la episiotomía que se hacía de manera rutinaria y del uso de instrumentos para sacar al bebé.
La lactancia, casi de puntillas, pero no escapé de una larga clase de los diferentes nombres de los trajecitos de los bebés y qué meter en la bolsa del hospital. Un arrullo? No valdría igualmente una manta? Pues se ve que no.
Después de semanas de clases, yo no tenía ni idea de cómo identificar una contracción pero sabía que me esperaban horas y horas muy dolorosas antes de la bendición de la epidural, para la que, por supuesto, me hicieron las pruebas pertinentes sin preguntar si la quería o no.
Hacia el final del tercer trimestre comencé a tener citas de monitores. Claro, cuando no conoces otra cosa, pues lo ves normal, pero, para que sirve ir a monitores? Es necesario? Vas allí, te estresas pensando en que algo está pasando, y lo único q consigues es perder el tiempo.
Mi última visita a la gine fue el mismo día que salí de cuentas y allí, además de una maniobra de Hamilton que yo no pedí, me dieron fecha límite, tenía una semana más antes de inducirme el parto. Sin explicaciones. Sin más.
Con estos datos, Jorge se pilló un vuelo para llegar a Salamanca el viernes de madrugada, y esa misma noche me puse de parto. A ver, tuve que llamar al hospital a preguntar si eran contracciones, y me llamaron loca, pero me dijeron que fuera si seguía con esa sensación un par de horas más. Hacia las 3 de la mañana o así, nos fuimos, después de pegarme una ducha y comer todo lo que pude, sabiendo que allí no me darían nada.
Pródromos. Que palabra más fea. Eso es lo que nos dijeron, pero nos dejaron ingresados ya que era la última habitación libre en la planta de maternidad.
La recomendación de la matrona fue duerme, mañana te espera un día muy largo.
Nada más lejos de la realidad. Despues de pasar la noche durmiendo, pensando que aun no estaba de parto, me encontré con que al llegar la matrona del nuevo turno y examinarme, estaba completamente dilatada! De nuevo, sin saber que era innecesario y conteniendo mis ganas de empujar, la matrona me rompió la bolsa y me llevaron al paritorio. Allí, empujé tres veces, la primera para ver que tal, la segunda, con episiotomia incluida, en la que salió la cabeza, y la tercera en la que salió el cuerpito de Jimena.
Al nacer me la pusieron encima y Jorge le cortó el cordón, sin esperar. De nuevo, no sabíamos que había una opción mejor. También nos pusieron a ambas las inyecciones pertinentes, a mi para sacar la placenta y a ella la vitamina K y creo recordar que la vacuna de la hepatitis también, pero no puedo asegurarlo. De nuevo, nadie nos preguntó nada.
Jimena se quedó dormida enseguida, lo cual, sumado a la poca ayuda que recibí, dificultó la lactancia. Me dieron pezoneras a la primera de cambio y con ellas hice lo que pude (LME hasta los 3 meses y mixta hasta los 13 meses).
La estancia en el hospital, privado, con una habitación individual con baño y un sofa cama para el papá, es uno de los puntos más positivos. Aunque en contrapunto, el descontrol de las visitas, que podían acceder sin restricciones de horario hizo la estancia bastante complicada. Imagino que el ser padres primerizos jugaba en nuestra contra, pero aprendimos la lección.
En el hospital se llevaron a Jimena de nuestro lado varias veces para "sacarle" el meconio, como si la pobre no supiera cagar. Lamentablemente los problemas de estreñimiento que tuvo posteriormente creo que estan relacionados con esa desinformación general que existe en cuanto a las defecaciones de los bebés alimentados con LM, todo el mundo estaba obsesionado con que cagara a diario y no haciamos otra cosa que darla eupeptina y estimularle para que hiciera caca! Otro punto negativo.
También nos asustaron con sus caderas, que tenía problemas, nos dijeron, y la hicieron una eco en el hospital antes de darnos el alta, y otra a las dos semanas o así. Pobrecita mía. El especialista, traumatólogo infantil, nos dijo que estaba todo normal, pero pasamos un mes de angustia y con la pobre Jimena con doble pañal y una toalla entre las piernas :-(
El último punto negativo que voy a contar es el bote de leche de fórmula que el pediatra me regaló en su consulta por si me decidía a darle una ayudita. Sin comentarios.
Con el embarazo y el parto de Jimena aprendimos muchas cosas y sobre todo decidimos que para la próxima ocasión estaríamos informados para poder saber cómo actuar en cada situación.
No me acuerdo de mucho más, pero es que hace casi 10 años!!! Proximamente, parir en Irlanda.
sábado, 21 de mayo de 2016
Persiguiendo a Miss Fabiola
La capacidad de movimiento de Fabiola nos ha pillado por sorpresa desde el principio. No tenía 6 semanas cuando empezó a darse la vuelta cuando la ponía boca abajo, y dos semanas más tarde podía hacerlo a la inversa y rodar por toda la cama. Antes de los 5 meses podía gatear con soltura y hace mas de dos semanas que pasea de pie por donde le apetece, agarrada a donde su limitada estatura le permite.
El problema no sólo es que yo no haya podido disfrutar de mi pequeño bebé porque nunca se ha comportado como tal, el problema es que ella no es capaz de entender ni sus limitaciones ni donde está el peligro, ni siquiera sabe cual es su nombre como para entender lo que significa no!
Total, que me paso el día persiguiéndola por toda la casa para que no se ponga de pie agarrada a la ropa colgada en el tendedero o para que no juegue con el paquete de folios, con los cables o con los enchufes y sobre todo para que deje su afición favorita, chupar los zapatos o las ruedas del carrito. Y aun queda por llegar el día que descubra las escaleras!
Y yo que pensaba que la tercera iba a ser más fácil...
jueves, 3 de marzo de 2016
Es complicado
Cuando eres madre por primera vez todo, por pequeño que sea, se hace un mundo. El bebé llega a casa y la cantidad de enseres que trae consigo es inmensa. Todo es poco para nuestro pequeño, juguetes, ropita, hamaca, trona, cambiador, bañera... la lista es interminable. Por otra parte, cualquier alteracion, por minima que sea, en nuestro bebé nos quita la vida. El bebé es el centro de nuestra vida, como no puede ser de otra manera, y nos absorbe por completo.
Cuando llega el segundo hijo el numero de enseres se reduce de manera drástica. Cierto es que tenemos de todo guardado en el altillo, pero no todo baja de allí, entre otras cosas porque los enseres del mayor ya se han extendido hasta tal punto que no habría manera de posicionar los del bebé en el salón si se quiere tener espacio para pisar con seguridad. El bebé sigue siendo el centro de nuestra vida, esta vez con compañía, pero a estas alturas somos capaces de mantener la calma ante toses y mocos y unas decimas de fiebre.
Entonces llega el tercero. Para entonces hemos donado todos los enseres de los dos primeros y tenemos que hacer de nuevo una lista con las cosas necesarias. La lista es reducida, tanto como el espacio disponible. El bebé se pasa los primeros 3 meses en pijama, y a partir de ahí, sólo cuando hay visitas, puede que lo vistamos, no siempre, pero entra dentro de las posibilidades. El bebé duerme cuando puede, si puede, su chupete está todo lo limpio que las manos de sus hermanas estén, pero sigue siendo el centro de nuestra vida y, sobre todo, de la de esas dos personas que la hacen sonreir hasta cuando se cae de sueño. Los mocos y las toses no nos asustan, los tiene desde el primer día, es más, ni siquiera le afectan las vacunas y mejor así, porque el calpol que hay en cada es para mayores de 6 años.
Un bebé absorbe por completo, con dos, la cosa se complica, pero con tres, conseguir comer a la hora apropiada y darse una ducha sólo ocurre cuando los astros están alineados.
Y eso sin contar que las otras dos tambien comen y tienen que ducharse...
sábado, 13 de febrero de 2016
4 meses, bomboncito
Como siempre, excusas varias para estar ausente y sin dar señales una larga temporada, pero es que no doy más de sí. Ya me gustaría!
Fabiola cumplió 4 meses el lunes, ya tiene todas las banderillas puestas hasta el año y está hecha un bicho. Aquí la tengo, tumbada a mi lado cantando o gritando, desde hace casi media hora.
No me puedo quejar porque duerme bien, se despierta a comer muchas veces pero sigue durmiendo y yo tambien así que es llevadero. Por el día es también buena, que no tranquila, y le encanta estar con sus hermanas, aunque cuando ellas están en casa apenas duerme.
Los fines de semana son complicados, porque no hay ni un minuto de paz, tenemos que subirla a la habitación para que pueda dormir, pero bueno, seguro que según vaya siendo mas mayor dormirá menos y hará todo más fácil.
Me encanta tener un bebé en casa, lo reconozco, y estoy disfrutando muchísimo de ella. Creo que todos estamos disfrutando, espero que ella también!