La semana pasada Aldara y yo nos apuntamos a clase de masaje para bebés los martes, y de pilates para mamás y bebés los miércoles. Como ya hice con Jimena cuando iba a yoga para mamás y bebés, he ido acompañada de una Bea, sólo que esta vez he cambiado a Bea la mamá de Irene (y de Alicia, claro), por Bea la mamá de Alan.
El primer día en la clase de masajes, Aldara se lo pasó muy bien, a pesar de que se quedó dormida justo antes de empezar y la desperté cuando empezamos con el masaje, pero no se lo tomó del todo mal. Sin embargo por algún motivo que desconozco, la clase de pilates no ha terminado de convencerle, la semana pasada seguí más o menos media clase, y esta semana han sido algo así como 5 minutos :-( Justo al final de la clase, y después de un buen rato con ella en brazos porque cada vez que la ponía en el suelo lloraba, se quedó dormida, así que fue todo un desastre...
Después de la clase nos acercamos a Dundrum y nos pasamos allí un ratito, haciendo algunas compras y tomando algo Bea y yo solas o con otras mamis de las que van con nosotras a clase. Está bien para obligarse a salir de casa y para hacer algo de ejercicio físico, que siempre viene bien.
Jimena también tuvo un "acontecimiento" especial la semana pasada, y es que el domingo fue con Jorge, con Irene y Bea, y con Juanjo, Gema y Laia a ver un espectáculo de Disney sobre los cuentos de Blancanieves, Cenicienta y la Bella y la Bestia. Vino encantada, aunque por lo que me contaron y lo que contaba ella, el de la Bella y la Bestia no lo entendió del todo bien.
Hay que aprovechar estas últimas semanas que nos quedan en Dublín, que luego en Salamanca no tendremos tantas oportunidades.
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