Ayer por la tarde fuimos con las niñas, y con algunos amigos mas, a ver el musical de Disney Peter Pan on Ice.
Después de la súper experiencia que tuvimos con el Disney on Ice en Dublín, y dado que algunos portales de ofertas de internet vendían las entradas a precios asequibles, nos animamos a ir al espectáculo. Sin embargo, he de decir, que los horarios echaban bastante para atrás: viernes y sábado a las 19:30 y domingo a las 18h. Obviamente escogimos el domingo a las 18h, porque donde vas con niños a un espectáculo de casi 2h a las 7 y media de la tarde… y eso sin tener en cuenta que Aldara se acuesta a las 8. Este es un tema que da para largo, mis opiniones sobre los espectáculos para niños y/o las pelis infantiles en TV en España, es alucinante! Osea, que la rara soy yo que acuesto a mis hijas a las 8-9 de la tarde… cuando lo digo algunas madres se echan las manos a la cabeza, ah, no, la mía no se acuesta antes de las 11 de la noche, y eso si tengo suerte!! Y yo pensando en la pobre Aldara, que aun acostándose a las 8 y levantándose a las 8, me dice por la mañana que ella quería dormir más… en fin, que no sigo que me enciendo.
Sigo con el musical, que es lo que yo venia a contar.
Bueno, el musical en si es poca cosa, la verdad, sobre todo si lo comparamos con la mega pista del Disney on Ice, y con la cantidad de personajes que allí aparecían, pero bueno, cumplía su función, que era contar la historia de Peter Pan. Parece ser que el sábado, a pesar de mi opinión sobre el horario, se llenó, o al menos casi, pero ayer no había tanta gente. El escenario estaba bastante lejos, y para mi gusto, bastante pequeño. Imagino que su idea era sacar mas pelas, sobre todo porque las sillas que había en la pista (nosotros estábamos en la primera grada) eran las mas caras, pero ciertamente desde allí se debía de ver peor que mal! El escenario un poquito más cerca, más hacia el centro, hubiera sido mucho mejor, y tampoco creo que hubieran perdido mucho dinero, sobre todo viendo la de sitios vacíos que había.
Sobre la historia, me sorprendió que metieron, así por hacer la gracia, a Jack Sparrow, de Piratas del Caribe, no entiendo muy bien si esto era para integrar el público adulto (la calificación por edades de las pelis es no apta para menores de 7 años) o para qué, me quedare con la duda, supongo. Y me sorprendió también, esta vez gratamente, que los actores-patinadores bajaron del escenario al finalizar el espectáculo para hacerse fotos con los interesados. Esto es todo un detalle, sobre todo para los más peques, como Aldara, que volvió a casa encantada con su foto con Campanilla, aunque un poco disgustada porque no llevaba moño.
Por lo demás, mucho cantar y bailar, pero todo dentro de la mediocridad, sin ser brillante, apto para el público infantil (mis dos hijas quedaron satisfechas, aunque no en exceso), pero probablemente un poco rancio para el adulto. Dicho desde el cariño, claro.
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