Hace tiempo que tengo pendiente escribir esta entrada, el fin de nuestra lactancia, la de Aldara y mía, pero por falta de tiempo, lo voy dejando…
Hará un mes, más o menos, que Aldara dejó la teta. Bueno, tampoco puedo decir que la ha dejado al 100%, pero sí al 95%. Después del mega catarro que pilló en navidades y que la dejo KO, me di cuenta que cada vez estaba menos interesada en la teta. Había días, que después pasaron a ser semanas, que se le olvidaba por completo, y otros que se acordaba muy levemente, a veces a mediodía y otros antes de acostarse.
Normalmente, todos los días a mediodía se relajaba pidiendo tetita, después de comer en casa, pero poco a poco fue espaciando esas necesidades y dejó de pedirlo. También por las tardes, según lo cansada que estuviera o si se caía, o si algo no le salía bien…, pedía tetita, pero también en estos casos, dejó de necesitarla.
Hacía ya mucho que habíamos acordado que la tetita sólo se tomaba en casa, y no en la calle, desde que empezó a hacer fresquete, y entre eso, y el comienzo del cole, que disminuyó el número de horas que pasábamos juntas, estaba claro que la lactancia tenía que tocar a su fin. De hecho ella empezó a decirme que salía poquita leche, lo cual, sorprendentemente, no mermó su interés ni lo más mínimo! Ha sido más bien el hecho de que sus necesidades de succión hayan disminuido lo que ha propiciado el destete, el que sea capaz de encontrar consuelo, no sólo en la teta o el chupete, sino en el abrazo o el beso de mamá o de quien esté a su lado, sin necesidad de succionar.
Cuando empezamos a lactar, cuando la tuve por primera vez encima de mí y reptó lentamente hacia mi pecho, nunca me plantee que pudiéramos llegar hasta aquí. Bueno, ni que no pudiéramos, claro! Sólo una cosa tenía clara, que sería ella la que decidiría cuando había llegado el momento, cuando dejaba de lactar, y así ha sido. Y por supuesto, si mañana vuelve a pedir, le volveré a dar. Como bien nos indica Carlos González, en el destete lo mejor es no ofrecer, no negar.
Así que, de momento, después de 3 años y algo más de 2 meses… bye-bye tetita!
Ahora nuestro próximo paso será dejar el chupete, el hada de los chupetes vendrá a buscarlos, primero los del día, que apenas usa, y luego los de noche, que guarda bajo su almohada, y nos dejará a cambio un estupendo regalo.
1 comentario:
Bueno, creo que me repito, pero... qué mayor se está haciendo!
Por cierto, un puntazo lo del hada de los chupetes, jajaja. Lo que no inventen los ingleses... a mí me dijo mi madre sin más, que se había perdido (en mi época sólo tenía uno, era de goma amarilla con la tetina redonda :P).
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