Esta mañana ha venido Marian, nuestra PHN, a hacerle a las niñas sus revisiones correspondientes.
La revisión de Jimena es la última que hacen a los niños, digamos que, después de esta revisión, ya esta "dada de alta". Además de medirla (97cm) y pesarla (16.1 kg), le ha hecho algunas pruebas para ver cómo se maneja en cuanto a la motricidad, lenguaje y cosas así. Ha construido una torre con bloques de madera muy chiquititos (ella decía que los suyos eran mejores y más grandes) y le ha contestado a todas sus preguntas, primero para el cuello de su camisa y luego ya a voz en grito, cuando cogió confianza. Por último le ha pedido que dibujara unas letras en un papel, pero para entonces Jimena ya estaba en su salsa y lo que quería era pintar a Dora. Y nada, que Jimena está estupenda, en el percentil 25 de altura y 50 de peso maomeno.
A Aldara le tocaba la revisión de los 3 meses, pesarla, medirla, medir su cabecita y comprobar que tiene las habilidades propias de un bebé de 3 meses. Como Aldara había aguantado despierta todo el tiempo que duró la revisión de Jimena y ya estaba muy cansadita, ha sido bastante complicado, así que sólo ha podido hacer lo que ha considerado más imprescindible, como pesarla (5.5 kg) y comprobar que sostiene la cabecita perfectamente y que hace el tortugo, como diría Bea, cuando la ponemos boca abajo. Aldara por su parte, además de deleitarla con unos llantos mientras la poníamos en la báscula y mientras hizo un intento de medirla, le ha contado en sus propias palabras cómo le va en esto de ser bebé. La enfermera, a pesar de dejarnos con las ganas de saber cuánto mide, se ha ido encantada con la explicación de Aldara.
Y mucho me temo que esta es la última revisión que haremos aquí, ya que la siguiente es a los 7 meses y para entonces estaremos en la soleada España.
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