Quedan 3 meses más o menos, para que volvamos a España, así que hay que ponerse manos a la obra para que no se nos eche el tiempo encima. Ya se sabe que con un bebé y una niña de 3 años y medio nunca se sabe de cuánto tiempo se dispone porque pueden surgir imprevistos.
Este es el primero de una serie de posts en los que iré contando cómo estamos trabajando y qué pasos vamos dando en nuestro proceso de mudanza, nunca se sabe si alguno de vosotros lo puede necesitar en el futuro, y quizá pueda servir de ayuda.
Lo primero que he hecho ha sido contactar con dos compañías de mudanza internacional para pedir presupuesto, puesto que llegados a este punto nuestros enseres han crecido exponencialmente y nuestras ganas de moverlos nosotros personalmente son más bien pocas. Las compañías elegidas han sido AMC Removals y Crown Relocations, puesto que de ambas teníamos buenas referencias.
Las opciones que ofrecen son variadas, en nuestro caso estamos interesados en que vengan a casa, nos empaqueten todo y se lo lleven, y una vez allí lo dejen en la casa nueva, pero no lo desempaqueten. De eso se encargarán los abuelos (de lo imprescindible como la cama de Jimena y la cunita de Aldara y su cambiador) y nosotros mismos poco a poco cuando lleguemos. La mayoría de la ropa que llegará a Salamanca será de invierno, así que dudo mucho que en junio vayamos a necesitarla... y las cosas de la cocina se sacan en un momento, o siempre se pueden desayunar unos churros con chocolate del bar, no? Cuando me den los presupuestos os comento que opino y comparamos las dos compañías, y a ver que susto nos dan...
La técnica que manejan para darte presupuesto consiste en, o bien rellenar un formulario detallado de las cosas que tienes, que en nuestro caso era complicado porque el grueso de la mudanza son juguetes, o una visita por la casa abriendo armarios y apuntando todo lo que iría incluido en la mudanza. Como ya he dicho, hemos elegido esta segunda opción, ya que en el listado que ofrecían para rellenar la cosa era más en plan, nevera, cama... vamos, desmontarte la casa y volvértela a montar en destino, y no es nuestro caso.
Nuestras pertenencias más voluminosas son la cama de Jimena, la cuna, el cambiador y el carrito de la cocina, aparte de algunos juguetes como la cocinita o el triciclo y la bici. Ah! Y la tele! Con respecto a la cama de Jimena nos preocupaba que hubiera que desmontarla para llevársela, porque una vez desmontada dudo mucho que pudiera volverse a montar, así que me han confirmado que no sería necesario.
Esto se supone que debe hacerse más o menos con 3 meses de antelación.
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