Hoy Jimena ha empezado el cole. Para ser el primer día no se nos ha dado de todo mal (yo iba pensando en lo peor, será por eso que creo que no se nos ha dado del todo mal…), aunque a entrada ha sido algo traumática.
Llegamos de la mano las dos juntitas, después de despedirnos de papá, y entramos al patio donde había un gran revuelo de padres, madres, niños y algún que otro abuelo. Había muchas filas, cada una de una clase, supusimos, pero como no sabíamos en cual ponernos, nos colocamos en el medio, y allí se fueron colocando el resto de los “nuevos”. Luego el director nos dijo que nos acompañarían desde allí a nuestras respectivas clases.
Mientras esperábamos conocimos a una de las nuevas compañeras de Jimena, África, que también era su primer día. Su mamá nos contó que se habían mudado desde Cádiz, algo menos “exótico” que nuestra procedencia, dijo ;-) Entramos las cuatro juntas a su clase, el grupo B de 4 años, y Jimena ya entraba con lágrimas en los ojos, aunque no decía nada (eso me daba más pena todavía, la verdad), y así siguió, llorando en silencio, mientras la ponía el babi, mientras dejaba su chaquetita y su mochila, y mientras me despedía de ella dejándola sentada al lado de su nueva amiga. Me volví a casa con el corazón encogido, pero ¿qué le voy a hacer? Sólo pensaba en cómo pasaría la mañana y en qué estado estaría a mi regreso.
Cuando fuimos a recogerla a la 1 salía ya sin lágrimas (¡menos mal!) y en fila india con el resto de sus compañeros. La profe ha ido nombrándolos uno a uno y cada cual hemos recogido al nuestro.
Mañana llevaremos los primeros libros y recogeremos la lista del material, porque para la semana próxima ¡ya hay que trabajar!
Por supuesto que ella no ha contado absolutamente nada de su primera mañana como escolar…
Y ahora a cruzar los dedos para que mañana vaya a mejor.
Y por problemas con la conexión me veo obligada a publicar esto un poco “tarde”, con las novedades del segundo día de cole. Parece que se ha quedado algo mejor, aunque todavía lloriqueaba un poco, sin embargo esta mañana nos hemos levantado con una alergia en los puños y las manos, probablemente del babi, que es de poliéster, y sí, ya sabíamos que esto podía pasar, peeeeeeeero… Ahora mismo voy a comprar una tela de algodón para hacerle uno a medida.
Y esto es todo por el momento, ¡espero conseguir conectarme ahora!
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